El señor Tanilo acompañado de su esposa Natalia y su hermano fue en procesión a Talpan y falleció. Su hermano relata que Tanilo se encontraba muy enfermo, él creía que visitando a la Virgen de Talpan iba a curar sus heridas, aliviarlo del dolor y sanar completamente.
Tanilo, su esposa Natalia y su hermano salieron de su pueblo de nombre Zenzontla hacia Talpan, el recorrido duró aproximadamente un mes, salieron a mediados de Febrero y llegaron a Talpan en Marzo, durante la travesía se unieron aun grupo de personas que se dirigían hacia el mismo lugar, durante el recorrido, la salud de Tanilo se agravó, finalmente después de varios días de caminata llegaron a Talpan, Tanilo pudo llegar al altar de la Virgen, fue allí donde falleció, mientras el cura de la iglesia desde su pulpito pronunciaba su sermón y decía “... Desde nuestros corazones sale para Ella una súplica igual, envuelta en el dolor. Muchas lamentaciones revueltas con esperanza. No se ensordece su ternura ni ante los lamentos ni las lágrimas, pues Ella sufre con nosotros. Ella sabe borrar esa mancha y dejar que el corazón se haga blandito y puro para recibir su misericordia y su caridad. La Virgen nuestra, nuestra madre, que no quiere saber nada de nuestros pecados; que se echa la culpa de nuestros pecados; la que quisiera llevarnos en sus brazos para que no nos lastime la vida, está aquí junto a nosotros, aliviándonos el cansancio y las enfermedades del alma y de nuestro cuerpo ahuatado, herido y suplicante. Ella sabe que cada día nuestra fe es mejor porque está hecha de sacrificios...”.
Tanilo, relata su hermano ya no logró oír dicho sermòn, murió con la cabeza recargada en sus rodillas, cuando su esposa Natalia lo movió para que se levantara ya se encontraba sin vida.
Hoy su viuda Natalia se encuentra desconsolada, su hermano y ella se sienten culpables de haberlo animado para visitar a la virgen de Talpan para pedirle que lo curara de todos sus males.
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